Visible encontré en mis manos hoy, una porción de sol.
Apretando en
su calor, la alegría provocada, luego de días
que nada me
hablaba de tu presencia, ausente es la tristeza,
sed que desnuda el Alma. Halló calma, la
caricia de tu voz.
Amor que en cada tiniebla, escondido entre las nubes, habla.
El cielo
escucha, semejante intromisión ¿Pregunta si tú le amas?
Qué motivo,
aleja el amor, por vos. Amar, amando la vida, el cielo
lleno de
estrellas, la imagen más bella que un hombre puede dar.
Entonces, suelo
escuchar tanto al sol, luna y estrellas, al unísono
¿responden estos seres quienes son? Escucho
sólo al Supremo,
que les dice
dulcemente, son hombres que yo he creado,
crean
no entienden nada
de amor. Se equivocan no saben quiénes son.
Es entonces
cuando pienso, que lindo vivir la vida, aun en causas,
perdidas, que
no tendrán solución. Si con amor y coraje entregas
en esta instancia, todo valor y constancia,
fidelidad y adoración.
Aunque sufras por amor, conocerlo, es el regalo más bonito.
Por eso, aun
con distancias, que te alejan cada día, no renuncio
a la alegría,
que me ha brindado tu amor. Carcelera, en la tierra
de causas o
tonterías, la dicha es tanto mía, como lo será de vos.
Esperar esta instancia, en que los años avanzan, no
es nostalgia,
que deprima, alimenta al
corazón. Experiencia tan buscada son
noches de protesta, más que feliz en ésta, necesidad
de tu amor.