Mis palabras, tantas palabras dichas, por mi amor, fogoso.
Sentimiento que aprieta
y ahoga por momentos, en dolor.
Barcazas hunden, en cada
uno, de esos sueños, de pasión.
Aguas turbulentas, en ellas busco tu imagen, en la tormenta.
Sensación que produce el deseo de tenerte junto a mí,
desistir.
Entre la locura y la desesperación. He aprendido solo a
esperar.
Acaso es mejor, esta tortura de querer lo imposible.
Preguntas,
ignorando que la verdad, es mi Alma, que te ama y no
volverá.
Mis lágrimas, son el
vacio. Sí, cubiertas solamente, de
dolor.
Pero no vuelve la paz. Son instantes, en los que respiro
hondo,
mil veces. Te llamo, te busca este sentir sin medida, ni
porque.
Me repongo, pienso en verte, aunque vuelva, a llorar otra vez.
Cómo no poder tranquilizar, en definitiva nada ha de
cambiar.
Tú eres caminante en esta vida, de causas que no son mías,
no sé si lo serán.
Pero entonces, por qué no puedo entender,
aferrada a ti. Vivo para ti, te sueño, ya no puedo
comprender.
No quisiera vivir conformada a una realidad, tan extraña,
sola.
Sabes mi mente no deja un minuto de verte, tu imagen es mía.
Nada ni nadie, podrá penetrar mientras viva, al paraje
ensueño
Canal de nuestro encuentro, con brillo de sol y la luna, para ti.