Que cuida de mí en las penas y desdichas por doquier.
Nada ni nadie, me absorbe, ni un minuto me distraigo,
tu imagen es necesidad pura, llevarte en el corazón.
Veré en las noches de
insomnio, verdades iluminadas,
sedienta sed mi morada, esperar tu llegada, sed, vida.
Con mucho amor mi abstención. Horas días, esperando,
un minuto sea causa sentida,
calmando así el desamor.
No despego de mi mente, ni
un instante mi energía,
buscando aun adormecida, tu figura, que promete,
Un sello dejé en tu mente y mi
ser, repite tu voz.
Te quiero tanto “amor”, que sólo pienso cuidarte.
Cuando partes y distante, te encuentras, cuánto pienso.
Cómo con quién estás, porqué te encuentras tan lejos.
Entonces tengo bajones, tantas veces angustiada te veo,
Y en las madrugadas, quisiera, correr para poder verte.
Es difícil tanto amor, desperdiciado en recuerdos, deseos
anhelos creo, deberían ocurrir, tener muy cerca tu boca,
abrazarte, tanto y tanto,
que ya no exista, ni el llanto,
que demuestres, que
me amas, que vives sólo para mí.
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