único dueño de nuestras vidas, ese pequeño hilo,
que desenhebra nuestras caídas ¿Oh, acaso estás?
Necesito encontrarte, en esta huída, quiero besarte.
Como niña caprichosa, entregarte una caricia, calor.
Mi aroma, esconderme y encontrarte abrazarme,
sin soltarme, decir cuánto me quieres ¿cuánto yo?
tanto te pido si solo deseo, sentirme feliz contigo.
Cada momento vivido, lo recuerdo, tus bromas,
los abrazos, nuestras manos unidas tiernamente.
Mirarnos en un ir y venir que francamente añoro.
Cuánto amor, enlazado
en profundidad, atesoro.
Acaso importa cuándo o por qué, sin explicación,
sin preguntas, ni respuestas, todo ha renacido así.
No partiría de este mundo, sin haberte conocido.
Has sido y serás único, aprendí a vivir, sólo contigo.
Así con un amor sublime, comparable a la eternidad.
Respetando nuestros tiempos, nuestros deberes,
nuestra dignidad y
libertad, atados a infinita pasión.
Energía que trasunta, profunda necesidad de amor.
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