Nunca olvidarás lo sé, todo el cariño brindado,
quizás no lo habré deseado y sin quererlo llegó.
Anudó mi corazón, lleno mis ojos llorosos, deseos
y mil antojos, que
tantas penas, me han dejado.
Atino a dejar de lado, el mal que a veces tú haces,
sin querer, seré la responsable, de tu bronca, tú
impaciencia. Sucede
soy como niña, indefensa,
ante el dolor, sufriendo
todo acto de tu desamor.
Pero son mías éstas palabras, ya que importan,
para ti. Más si algún día recuerdas, piensa en mí.
Solamente que cada día, he dejado mis espacios,
dedicados hacia ti, ya que mi Alma te he regalado.
Regula el termómetro del Alma, corrige mi ansiedad
y mi sentir. Destroza mi corazón que ama, desnuda
el sentir de mi existir. Si puedes lograr lo que te pido,
seguro la paz, volverá a mí. Ayúdame y me harás feliz.
El ideal es
sentimiento entrelazado en tormentos,
Que difícil cambiarán. La vida terrena, de hombres
es de lucha, de poder y de ambición. Lejana bondad,
olvidada, aplastada, por sed, avaricia y mediocridad.
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