Quién devolver la calma, en noches acongojadas,
renegando si no estás ¿Dime Dios mío, qué hacer?
Si te añoro, si mi
sueño, es estar contigo amor.
Ven, palabras son
ruego, cuando al mirarte, deseo
tus caricias y el placer que significa quererte, sentir
fiel amado, eres el ser que ha dado a la vida libertad.
Cuando verte, es el camino, que extraña mi soledad.
Te necesito, te busco, dime qué hacer. Eres mundo,
sentir, risa, llanto, emoción y desencanto todo eres.
Las páginas de mi
destino, las escribo para ti, a ti,
dedico todo resto que me queda, para ser y vivir.
Enséñame, dime que hacer, para calmar mi angustia.
Sabes, no habrá
despertar sin tu presencia conmigo.
Tanto desearía abrazarte en las mañanas, acariciarte.
Deseos locos que parten, de esta ansiedad de tu amor.
Tocan mis manos las tuyas, con sublime sed que augura,
felicidad que se entiende en noches en que placeres, son
amarnos con pasión. No habrá palabra que omita ansiedad,
que prohíba esta
necesidad de ser tuya y entregarte calor.
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