martes, 30 de octubre de 2012

QUIÉN PODRÍA




Quién podría devolverme la sonrisa, si no estás.
Quién devolver la calma, en noches acongojadas,
renegando si no estás ¿Dime Dios mío, qué hacer?
Si te añoro,  si mi sueño, es estar contigo  amor.

Ven, palabras son  ruego, cuando al mirarte, deseo
tus caricias y el placer que significa quererte, sentir
fiel amado, eres el ser que ha dado a la vida libertad.
Cuando verte, es el camino, que extraña mi soledad.

Te necesito, te busco, dime qué hacer. Eres mundo,
sentir, risa, llanto, emoción y desencanto todo eres.
Las páginas de  mi destino, las escribo para ti, a ti,
dedico todo resto que me queda, para ser y vivir.

Enséñame, dime que hacer, para calmar mi angustia.
Sabes, no habrá  despertar sin tu presencia conmigo.
Tanto desearía abrazarte en las mañanas, acariciarte.
Deseos locos que parten, de esta ansiedad de tu amor.

Tocan mis manos las tuyas, con sublime sed que augura,
felicidad que se entiende en noches en que placeres, son
amarnos con pasión. No habrá palabra que omita ansiedad,
que  prohíba esta necesidad de ser tuya y entregarte calor.

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